La movilidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de las ciudades: los atascos de tráfico generan importantes pérdidas de tiempo y dinero, provocan accidentes y aumentan los niveles de contaminación. Movilidad y calidad de vida son conceptos íntimamente relacionados.
Una vez más, la tecnología acude a nuestra ayuda. Hasta ahora, la videovigilancia se viene utilizando para controlar algunos puntos conflictivos, pero hace falta que una persona vigile las pantallas para saber qué está pasando. Ya no es necesario, el vídeo inteligente ha cambiado las reglas del juego: la inteligencia artificial y los algoritmos de deep learning que incorporan las nuevas cámaras las convierte en dispositivos autónomos, capaces de detectar situaciones, valorarlas y poner en marcha el procedimiento correspondiente.
Las nuevas soluciones de cámaras inteligentes conectadas a una herramienta de gestión están contribuyendo a mejorar el tráfico en muchas ciudades del mundo. Por un lado, actúan en tiempo real: detectan un incidente y permiten tomar decisiones inmediatas, como enviar una patrulla de policía, cambiar la duración de los semáforos o sugerir a los conductores rutas alternativas. El beneficio es instantáneo.
Pero además, la herramienta de gestión funciona con criterios de big data, toda la información que captan las cámaras se almacena y analiza. De esta manera, podemos saber a qué horas del día y en qué zonas se suelen formar atascos. Con esa información, se pueden tomar decisiones a priori para mejorar el tráfico.
No sólo hablamos de fluidez, estas soluciones también aportan muchísima seguridad. Por un lado, las cámaras pueden detectar maniobras ilegales, como giros prohibidos, marcha en dirección contraria o aparcamientos no permitidos… La vigilancia actúa como elemento de disuasión y hace que la gente conduzca mejor. Y por otro lado, las cámaras de reconocimiento de matrículas —LPR, license plate recognition— dan la opción de detectar determinados vehículos y de que la policía reciba un aviso inmediato cuando un vehículo ha accedido a una zona determinada: coches robados o que circulan sin seguro, conductores que no pueden acceder por no ser residentes de un barrio, personas con órdenes de alejamiento… Son muchas las circunstancias por las que es útil que las autoridades tengan control sobre determinados vehículos.
En definitiva, el vídeo inteligente se está convirtiendo en un elemento clave de las SmartCities y de la SafeCities. Está contribuyendo a que transitar por las carreteras y las calles sea mucho más cómodo y seguro.
En Hikvision vamos a seguir innovando, investigando y desarrollando nuevas soluciones, para mejorar las cámaras y sus algoritmos, para buscar nuevas aplicaciones. Seguiremos apostando por la I+D para que el concepto SmartCities se traduzca en hechos concretos que permitan que las personas vivamos mejor.
David Sardinha, Business Development Manager en Portugal.