Si existe un sector sensible en materia de seguridad es, sin duda, el de las infraestructuras críticas, un ámbito que supone un desafío por las características tan específicas que presentan sus escenarios. A la hora de diseñar los planes de seguridad, las soluciones deben ser globales y aplicar tecnologías de vanguardia para conseguir prevenir, detectar y mitigar cualquier tipo de peligro, antes incluso de que se produzca.
Cualquier incidente que tenga lugar en este tipo de instalaciones o servicios estratégicos esenciales para el funcionamiento de las sociedades actuales puede suponer, además de un riesgo evidente para sus trabajadores, un gran impacto en el día a día de millones de ciudadanos, que pueden verse, por ejemplo, sin suministro de energía. Son muchas las infraestructuras críticas que debemos proteger: centrales de energía o plantas químicas, un aeropuerto, un edificio gubernamental, un centro de datos, etcétera.
Tecnología avanzada adaptada a cada caso
Cada una de estas infraestructuras críticas exige a la tecnología una adaptación ante unos requerimientos concretos para conseguir unas respuestas únicas en seguridad, para hacer frente a los distintos peligros a los que se puedan ver expuestas.
Hablamos, por ejemplo, de una cámara termográfica para monitorizar el quemado en antorcha de gas natural, con el que las plantas industriales (refinerías de petróleo, plantas químicas, plantas de procesamiento del gas natural…) se deshacen del gas residual. Si esta combustión se detiene, los gases son liberados al aire, provocando efectos nocivos para la salud, gran riesgo de explosiones e incidentes mayores, así como una mayor polución directa a la atmósfera.
Este dispositivo es capaz de controlar en todo momento la temperatura en un punto o entorno concreto, detectando tanto elevaciones como disminuciones térmicas anormales. Al salirse del rango establecido, la cámara activa la alarma y, conectada con los demás dispositivos de seguridad, inicia los mecanismos de protección programados, como la detención inmediata del quemado, ante un inminente riesgo de explosión, o la reanimación de la llama piloto, ante la pérdida de combustión.
La tecnología de las cámaras termográficas es especialmente eficaz en tareas de mantenimiento predictivo: si los problemas se pueden identificar antes de que se produzcan se ahorra una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero, algo que resulta irrenunciable en el caso de la seguridad en infraestructuras críticas. Y por supuesto, evita males mayores, que en algunos casos podrían resultar catastróficos.
Protección perimetral en infraestructuras críticas
De una planta industrial podemos pasar a una central eléctrica para ver cómo los sistemas de seguridad deben aplicar la tecnología más avanzada en estas instalaciones. El nuevo reto es prevenir un posible sabotaje en una central eléctrica para evitar los incalculables costes que un apagón prolongado podría tener en un territorio determinado, como una gran ciudad.
La protección perimetral clásica se complica cuando crecen las distancias y, con ellas, los costes. La tecnología de vanguardia vuelve a ser la solución para detectar posibles intrusos. Por ejemplo, con dispositivos que sean capaces de proporcionarnos imágenes en color de alta resolución 4K en grandes espacios y ante cualquier condición de luminosidad, filtrando además entre amenazas reales de falsas alarmas, al ser capaces de reconocer figuras humanas y vehículos, y distinguirlos de otras interferencias, como animales, ramas o inclemencias meteorológicas. Esto se consigue con inteligencia artificial y algoritmos basados en Deep Learning, que se ponen al servicio de la seguridad.
Una combinación entre cámaras térmicas para localizar fuentes de calor (intrusos) en el perímetro, tecnologías que permitan a las cámaras llegar a panorámicas de 360⁰, ideales para torres de vigilancia o control, y un potente VMS (Video Management Software) para centralizar y gestionar todos los dispositivos es un ejemplo de solución para que la seguridad comience antes incluso de acceder a la infraestructura crítica.
Accesos, puntos calientes
Sin embargo, en ocasiones, la amenaza se cuela directamente por la puerta de entrada. Algunas de estas infraestructuras críticas requieren de una especial atención en los controles de acceso para evitar que una persona no autorizada acceda a una central de datos y se haga con una información crítica.
En este caso, la solución debe incorporar tecnología de vanguardia capaz de detectar vehículos no autorizados, como las cámaras LPR de reconocimiento de matrículas, o prevenir amenazas con vigilancia de los bajos de los vehículos (Under Vehicle Scanning System UVSS). Para el acceso del personal, los métodos clásicos deben ser sustituidos por funciones de gestión avanzada como el anti-passback (que evita que se acceda dos veces simultáneamente con una misma tarjeta) o las autentificaciones combinadas (tarjetas de identificación, huellas digitales, reconocimiento facial…), entre otras. Un potente software de administración hará que el proceso de registro de dispositivos, la administración y la verificación del personal sea tan sencillo como seguro.
En el interior, los dispositivos de estas instalaciones deben incorporar tecnología basada en inteligencia artificial y en algoritmos de Deep Learning, que dotan a los equipos de funcionalidades avanzadas en cuanto a analítica de vídeo o análisis de comportamiento. De esta forma, pueden detectar intrusiones, cruces de línea (es decir, accesos a zonas restringidas), entradas o salidas, objetos abandonados, objetos retirados…
Solución global
En definitiva, la protección de infraestructuras críticas debe abordarse desde dos perspectivas: la más avanzada tecnología, que garantice la máxima seguridad; y un estudio muy cualificado de las características de cada instalación, para diseñar una solución específica, cada infraestructura presenta unas necesidades y unas exigencias absolutamente particulares.
La constante evolución de la tecnología, gracias al enorme esfuerzo que se está haciendo en I+D, nos permiten crear soluciones de vanguardia para resolver cualquier necesidad de seguridad que se nos plantea. Ésa es la verdadera razón de ser de las compañías tecnológicas, y a eso seguiremos dedicando nuestros esfuerzos sin descanso.
David Gómez, director de Desarrollo de Negocio Hikvision Iberia