Los propietarios de inmuebles de tamaño medio, como pueden ser un comercio de ciertas dimensiones, un gimnasio, una clínica —médicos, dentistas, fisioterapeutas— o una nave industrial, por poner algunos ejemplos, dan una importancia fundamental a la seguridad. Y el instalador se convierte en un consultor de confianza a la hora de dar respuesta a esa necesidad: es quien estudia las características del inmueble, sugiere qué tipo de dispositivos se deben instalar, dónde deben ir ubicados…
El valor añadido del profesional va más allá de la mera instalación. A la hora de colocar un equipo anti-intrusión, es necesario estudiar los posibles accesos al recinto, fundamentalmente puertas, ventanas, garajes, claraboyas… Cada tipo de acceso demanda un tipo de sensor específico que sea capaz de detectar una presencia no deseada.
En algunos casos, también deberemos analizar el perímetro, sobre todo si nos refrerimos a naves aisladas que cuenten con terreno alrededor. Los sensores perimetrales aportan un rango de seguridad adicional, porque podemos detectar a un intruso cuando todavía se encuentra a varios metros del acceso al inmueble que queremos proteger.
Los sistemas anti-intrusión se complementan con cámaras (CCTV) que deben ofrecen una perfecta visibilidad en todas las zonas sensibles. La enorme variedad de cámaras de las que dispone Hikvision permite elegir las más adecuadas: calidad de óptica; zoom; rango de visión; dispositivos de exterior preparados para soportar inclemencias meteorológicas: incluso cámaras con capacidad de visión nocturna, que ofrecen imágenes nítidas a pleno color en situaciones de oscuridad total. La propuesta puede incorporar, en casos en que sea necesario, cámaras con tecnología térmica, que detectan personas en cualquier situación de ilumanición y aunque traten de esconderse entre ramas o arbustos, por ejemplo.
Es el instalador quien puede diseñar el proyecto, y combinar de la manera más efectiva posible un sistema anti-intrusión con una sere de cámaras CCTV.
La gestión de este sistema, además, es de lo más sencilla gracias a HikPartner Pro. Esta herramienta en la nube, muy fácil de utilizar, permite la convergencia de todos los sistemas y dispositivos instalados. Con este software, se configura rápidamente el sistema completo, monitorización del correcto funcionamiento del sistema, gestión de incidencias en remoto —lo que evita la gran mayoría de los desplazamientos para realizar tareas de mantenimiento—, etcétera.
Y también permite acceder a vídeos e imágenes en tiempo real, descargar el material audiovisual almacenado, controlar las operaciones que se están produciendo en un momento determinado en el recinto...
En definitiva, se trata de una solución sencilla y ágil, que permite una gestión muy eficaz tanto de la instalación como del posterior uso de los sistemas de seguridad. Al instalador le permite ofrecer soluciones diferenciales y, al mismo tiempo, le ahorra tiempo y dinero.